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jueves, 4 de febrero de 2016

¿Hay más donaciones en tiempos de crisis?

Según post del 18-06-15, editado en el Blog del despacho de abogados y mediadores Digaley, "¿Hay más donaciones en tiempo de crisis?", de la abogada Marina Moscad Caldentey (fundadora de Digaley), se dice:
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La donación representa un traslado patrimonial dinerario, o de bienes, sujeto tanto a impuestos como a beneficios fiscales. Todo el mundo puede ser beneficiario de una donación, por lo que no es necesario ser familiar del donante para convertirse en donatario.

Dado que una donación se considera una transmisión de bienes en vida, las posibles consecuencias familiares que dicha donación pueda tener a veces desembocan en conflictos. Por ejemplo, no podremos recibir en vida más de lo que nos corresponda por herencia, habiendo de tener en cuenta siempre el conjunto del patrimonio del donante.
Para que una donación tenga efectos frente a terceras personas, es conveniente hacerla por escrito. Si se trata de un bien inmueble, es preciso elevarla a escritura pública ante notario para que no quepa discusión en caso de que fallezca el donante.

[…] Una donación permite ahorrar dinero en impuestos, por ejemplo, al recibir una herencia, puesto que representa una alternativa para donar parte del patrimonio en vida. […]


Aunque esto permite al destinatario de la donación (o donatario) disfrutar de los bienes donados sin que su titular haya fallecido, conviene contar con un asesoramiento fiscal adecuado.

En primer lugar, se puede reducir el coste fiscal donando los bienes en vida en lugar de dejarlos en herencia. Ello, dependiendo de cada Comunidad Autónoma, puesto que mientras donar bienes en vida puede ser una buena opción cuando se necesita ayudar a un hijo o descendiente, en ocasiones resulta más caro asumir el Impuesto de donaciones que el de sucesiones. Por tanto, una o varias donaciones sucesivas permiten, en muchos casos, ahorrar impuestos.

En segundo lugar, debido a que una donación se considera una transmisión lucrativa, y por tanto, supone una ganancia patrimonial, el donatario deberá asumir el IRPF correspondiente. Una de las ventajas para el donante es que al donar inmuebles alquilados, acciones, o cualquier bien que genere rentas anuales, dichos ingresos desaparecerán de su IRPF. Sin embargo si el donatario recibe un inmueble, deberá de pagar el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos (Plusvalía).


Una donación permite ahorrar dinero en impuestos, por ejemplo, a la hora de recibir una herencia, puesto que representa una alternativa para donar parte del patrimonio en vida.


[…] Todo el mundo puede ser beneficiario de una donación, no es necesario ser familiar del donante para convertirse en donatario. […]

Aunque la tarifa para donaciones y herencias es la misma, a estas últimas se les puede aplicarse una reducción por parentesco, vivienda habitual, etc. En caso de no poder aplicarse dichas reducciones, puede resultar más caro recibir una donación que heredar. Todo ello, dependerá de lo establecido por la Comunidad autónoma y su regulación.

En conclusión, el número de donaciones en vida de padres a hijos o entre familiares se ha disparado con la intención de aliviar las dificultades económicas de los beneficiarios. El motivo es claro, el aumento del paro, el descenso de ingresos en los hogares, la amenaza de los desahucios, y en definitiva, la llegada de la crisis económica, ha generado dicho incremento, ya que dichas cantidades no se donan por motivos fiscales sino para ayudar a los hijos a adquirir su vivienda.

(por Marina Moscad Caldentey, abogada y fundadora de Digaley)




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